La próxima secretaría de seguridad no debería tener el control del aparato de inteligencia; tampoco se tendría que concentrar en una dependencia las estrategias de seguridad pública y seguridad nacional, indicaron expertos en la materia.
La desaparición de la Comisión Nacional de Seguridad dará paso –de acuerdo con la iniciativa de Morena que reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal– a la secretaría de seguridad y protección ciudadana que se encargará del centro nacional de inteligencia.
La propuesta que se encuentra en la Cámara de Diputados señala que la nueva secretaría de seguridad coordinará y establecerá mecanismos para contar oportunamente con la información de seguridad pública y nacional.
También tendrá funciones en prevención del delito, administrar el sistema penitenciario federal y proponer programas de protección civil ante desastres naturales.
Martín Barrón Cruz, profesor investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, advirtió que seguridad pública y seguridad nacional son términos que no pueden estar en una sola dependencia.